Conozcamos los principales tipos de tapas de registro utilizadas en saneamiento.
¿Para qué se utilizan las tapas?
Las tapas de registro, son cubiertas que se utilizan para cerrar y sellar bocas de acceso en saneamiento. El material o tipo de tapa, dependerá de su utilización y ubicación en la red de saneamiento, es decir, si estará situada dentro de una propiedad, fuera de ella, en un pozo o alcantarilla, si tendrá que soportar paso de vehículos, etc.
Algunas tapas de registro, pueden llevar rejillas y sumideros, como hemos comentado, dependiendo de para qué se vayan a utilizar y dónde se vayan a colocar.
Veamos los tipos de tapas más comunes para saneamiento
Tapa de hierro fundido dúctil: Dependiendo de su colocación y de la presión que deberán aguantar, existen diferentes clases tanto cuadrada, redonda como con rejilla (drenaje):
Clase A15. Para zonas de uso para peatones y ciclistas.
B125. Aceras, zonas peatonales o similares, áreas de estacionamiento y aparcamiento de varios pisos para coches.
C250. Para instalar sobre arcenes y en zonas de calles (a partir del bordillo: 0,50 m sobre la calzada y de 0,20 m sobre la acera).
D400. Carreteras (incluyendo peatonales), arcenes y zonas de aparcamiento para todo tipo de vehículos.
E600. Para áreas de circulación de vehículos de gran tonelaje.
F900. Zonas con cargas especialmente elevadas.
Tapa estanca: son aquellas que tienen un cierre especial para evitar malos olores. Las opciones son muy numerosas: Rellenable, antideslizante, aluminio o acero, redonda, vertical, con o sin sumidero, etc.
Tapa de hormigón: son aquellas que se utilizan para cerrar las arquetas y que no haya riesgo de caída dentro, con ellas se asegura el contenido. Dentro de éstas, están las estándar y las homologadas, que se utilizan para El Canal de Isabel II y Telefónica. Pueden llevar marco de aluminio u hormigón, tapa doble, cuádruple,… e incluso se pueden pedir con el logotipo de tu propia empresa.
